Sin construir un castillo de ilusiones en las nubes...

Quedamos para tomar algo y ahí estoy yo esperando que llegues al punto de encuentro. Como siempre al llegar junto a mí, haces como si me encontraras por casualidad, como si no hubiéramos quedados, como si nuestro encuentro es fruto de de la coincidencia.

Qué sorpresa! Qué haces por aquí? me preguntas, mientras una sonrisa ilumina tu cara.

Me das dos besos.

Yo no digo nada, solo te miro, esas ocurrencias tuyas me encantan, pienso que son parte de ese encanto que siempre tratas de ocultar.

Comenzamos a caminar, nos preguntamos como estamos, mientras llegamos al sitio escogido.

Nos sentamos uno frente al otro, me hubiera gustado sentarme a tu lado para tenerte más cerca,para poder sentir tu calor, para poder respirar tu olor, para poder tocarte disimuladamente como quien no quiere la cosa.

Me cuentas cosas, te escucho atentamente, me gusta escuchar tu voz, sigo atentamente todo lo que dices, cada palabra, cada risa, cada gesto.

Nos reímos de las tonterías que por momentos decimos.

Por un momento nos quedamos callados, nos miramos y seguimos sin decir nada, no hace falta, con nuestra mirada decimos todo aquello que nuestros labios no se atreven a decir.

Paso mis manos por encima de la mesa y toco las tuyas, aprietas mis manos y continúas mirandome. Me pierdo en tu mirada, me gusta ver la vida a través de tus ojos.

Me gustaría acercarme a tí y besar tus labios, pero me conformo con seguir teniendo tus manos entre las mías. Me gustan tus manos, tus dedos tan largos. Al tocar tus manos,recuerdo las veces que me han acariciado, las veces que me han tocado y mi mente comienza a volar y a recordar momentos vividos a tu lado.

Y mi cuerpo comienza a desear volver a vivirlos.

Te miro, veo que sientes lo mismo que yo, que deseas lo mismo que yo. Sonries y yo quiero grabar esa sonrisa en mi memoria. Recuerdo cuando te conocí y tenías cara de tristeza. Recuerdo que te pregunté por qué parecías tan triste y tú me contestastes: Porque no te conocía a tí...

Me preguntas: llamo? Nos vamos?

Y te digo:sí, hazlo!

Nos levantamos, pagamos y nos vamos.

Nos vamos ahí donde pueda volver a grabar tus manos acariciarme, ahí donde pueda grabar el sonido de tu voz en mi mente, ahí donde pueda sentir el tacto de tu piel en mi piel...

Sin construir un castillo de ilusiones en las nubes...