Cuando al final ella decidió abrir su corazón y le contó todo lo que sentía, lo que producían en ella las caricias que recibía, los besos que él le daba, lo que la elevaba cuando le hacía el amor. Lo mucho que le necesitaba.
El decidió hacer la maleta y tomar otro rumbo, según por causas ajenas a su voluntad...
Y fue en ese momento cuando ella le dijo:
Te marchas, pero volverás y lo sé,porque soy el tesoro que siempre has buscado...
Si es así, seguro que volverá. Muchas veces pasamos por delante de nuestro tesoro sin darnos cuenta, hasta que un buen día su resplandor nos ciega.
ResponderEliminarSaludos resplandecientes.
Pues espero que eso pase,pero pronto. Un saludo José
ResponderEliminarpues es una pena, pero siempre pasa, te das cuenta de los tesoros en la distancia, eso si, si existe la opcion de volver... ahi esta el cielo ganado
ResponderEliminarEsa palabra Tesoro me gusta, me trae recuerdos bonitos.
ResponderEliminarun besito