Llevo varios años caminando por el mismo camino, mirando las mismas cosas y creyendo las mismas historias, escuchando los mismos discursos, aceptando todo como sin quejarme para que las cosas fueran bien.
Pero caminando, caminando he llegado un punto donde hay otros dos caminos y no sé cual elegir? Quizás debería dar la vuelta y día tras día volver a hacer el mismo camino sin llegar nunca a tomar ninguno de estos dos? Quizás debería ver donde me lleva uno de esos caminos? Pero y si no me gusta el lugar, podré volver ó una vez elegido no hay marcha atrás?
Podría mirar a donde me lleva y si luego no puedo volver, decirme: es lo que hay?
O debo dejarme de caminos e historias y pensar que todo pasa,pasa,pasa...
Se referiría a esto mi madre,cuando me decía que en la vida se tienen que hacer sacrificios. Sacrificios por los hijos, por la familia, por los amigos, por el marido, por el amante. En fín! sacrificio por todo!
Y tú que opinas, valen la pena los sacrificios?
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