Te veo llegar y saludar con un buenos días,chaqueta negra, mochila a la espalda y me pregunto: quién será? No entras donde estoy yo, vas a otro lado y pienso: qué lástima, podría haber venido aquí! Pasan los días y te veo llegar siempre temprano y saludar con tus buenos días , no dices más nada. Yo contesto, pero a cada paso que das mi mirada te sigue, es como si no pudiera quitar mis ojos de tí. Yo creo que te has dado cuenta, pues tú desde la distancia me miras y a veces me sonríes, aunque he de reconocer que tu cara muestra tristeza, como si no fueras totalmente feliz.
Al final comenzamos a cruzar una que otra palabra, la verdad que tenerte tan cerca me pone nerviosa, porque creo que al estar tan cerca de tí, escucharás lo fuerte que late mi corazón por sentir tu presencia. Te pregunto vendrás a la fiesta de navidad y me dices que no. La tristeza invade mi corazón,quería verte ese día, quería aprovechar esa excusa para poderte dar al menos dos besos al desearte felices fiestas.
Después de fiesta no apareces y la desesperación me consume, me gustaría preguntar a alquien si saben dónde estás?, por que no has venido? pero no me atrevo, así que decido mirar tu horario para ver cuando vienes y ahí lo veo: próxima semana estarás aquí, que feliz soy!
Soy feliz aún sin saber si tú al verme estarás igual de feliz, total tan sólo hemos intercambiado frases, miradas y saludos. Así que cuando vuelves y veo que me miras, me dices buenos días y me sonríes es como si algo hubiera iluminado mi día.
Escucho que no sólo yo me he fijado en tí, que hay otra persona que también piensa que eres alguien especial, y me digo, no puede ser!, no puedo permitir que nadie interfiera, que nadie distraiga sus miradas de mí, que le dediques a otra esos: "buenos días" que son tan especiales para mí. Decido por lo tanto poner toda la carne en el asador e ir a por tí! No quiero dejar pasar la oportunidad de conocerte, de poder hablar contigo más de lo que hablamos, de poder sentir más cerca tu olor, de conocer lo que sentiré cuando tus labios al final decidan besarme.
Veo que es algo mutuo que tú también has decido dar un paso más y acercarte a mí. Comenzamos a irnos juntos hasta el metro, ese recorrido era tan especial para mí, que deseo que cada día la estación esté más lejos. Al llegar al metro tú vas en una dirección y yo en otra, pero buscamos cualquier excusa para atrasar la despedida, para entrelazar una palabra con otra y continuar hablando. Pero el beso que espero y deseo no llega, el que me digas:" quedamos para tomar algo", tampoco llega.
Te digo: "un día podemos quedar para tomar algo". Me miras con esos ojos tan lindos que tienes y me dices:" me parece una estupenda idea".
Te vas sin darme ese beso que estoy deseando recibir...
Continuará...
Bonita historia de comienzo de un amor...ya tengo ganas de leer esa segunda parte.
ResponderEliminarBesitos
que laaaargos son a veces los comienzos...santa paciencia hay que tener
ResponderEliminarEnrique: la segunda entrega ya está en la imprena, jaja, saldrá a lo mejor la semana que viene, le estoy haciendo unos retoques.
ResponderEliminarPodrás esperar?
Besitos
Cerilla¨largos y excitantesssssss!!!
ResponderEliminarbesos
No creo que pueda esperar me tiene muy enganchado esta historia y tu blog.En serio !claro que puedo esperar!Besos
ResponderEliminarEnrique ya avisé que cuando la gente me conoce se vuelve adicta a mí, así que ahora no te quejes, jaja.
ResponderEliminarY no desesperes que ya casi está listo.
un beso