Ahora mismo me gustaría ser un avestruz para esconder mi cabeza debajo de la tierra y así que nadie pudiera ver la tristeza que mi cara refleja
Poder llorar escondida y que nadie se sorprenda por mis lágrimas. Poder llorar y gritar para que así el dolor y quizás hasta la rabia que pueda tener dentro se escapara con cada gritos, con cada lágrima, con cada sensación de ahogo y desesperación.
Me gustaría dejar de sentirme como me he venido sintiendo todos estos días, dejar de agobiarme, de preocuparme y de pensar que a mi nada bonito me puede pasar, porque total no me lo merezco y además que me tengo que ir acostumbrando que así es y seguirá siendo.
Escribo esto y lloro, lloro como una niña pequeña que ha perdido su juguete preferido, lloro como cuando se pierde a un ser querido, como aquel que sabe que no tendrá un mañana. Lloro y no debería, no vale la pena.
Me ahogo en un vaso de agua, quizás sea así, quizás le doy mucha importancia a las cosas, a las personas, a los actos y miles de tonterías más. Que debería cambiar y ser menos confiada y hasta menos abierta, también puede ser. Quizás debería aprender a como dijo ese amigo mio, de hielo , sin que me hiele el alma como dice Pilar, o usar esa coraza que de verdad creo que tengo que recuperar, para que así nada de lo que me hagan o suceda me pueda afectar y sienta lo que ahora siento.
Y es ahora mismo me siento muy , pero muy pequeñita
nota mental: lo siento todavía no he aprendido a ser lo suficientemente fuerte para soportar ciertas cosas
nota mental: trato de entender ciertas cosas y aunque lo intento no puedo
