Dicen que todo tiene un comienzo y un final, que las cosas pasan porque tienen que pasar y que el destino de cada persona está escrito y no se puede cambiar.
A veces pienso que me gustaría saber cual es mi destino, que tiene escrito para mi, si será bueno o al revés, si será desastroso. Pero luego pienso: y para que? si total no lo podré cambiar si no me gusta. Además que estaría siempre alerta y creo que me pasaría las cosas aún sin estar escritas en mi destino, porque con los nervios de ya saber lo que me va a pasar, seguro que hago algo que no debo.
Es mejor creo yo, que las cosas vayan llegando poco a poco. Si son malas , pues nada, a tratar de llevarlas lo mejor que se pueda y si son buenas a disfrutarlas, verdad?