La verdad es que no tengo remedio, sigo siendo esa cabecita loca que busca aquello que sabe que no va a llegar, aquella que confía en las personas y sigue creyendo que ninguna tiene la intención de hacerme daño.
Sigo siendo aquella ilusa que sigue esperando el regreso de esa persona que un día se marchó, aquella ilusa que cree que tiene derecho a ser feliz y que puede sonreír y soñar.
Quien sabe a lo mejor ese es el problema que sueño demasiado, que sueño despierta, que me entrego y confío demasiado y al final me terminan haciendo daño.
Pero que se puede hacer si así yo soy: una cabecita loca con ganas de sentirse otra vez enamorada