Los que me conocen saben que cuando tomo una decisión y digo hasta aquí te trajo el río lo cumplo a rajatabla, aunque a veces dichas decisiones me hagan pasar un tiempo entre la duda, el arrepentimiento y como dirían yo una pelea continúa de lo que puede desear mi cuerpo y lo que dice mi cabeza. (De eso sabe mucho alguien que yo conozco o vamos más a decir que lo sufre)
Es por eso que cuando tomo la determinación de algo me lo pienso mucho, aunque a veces también lo decido en un plis plas! y que salga el sol por donde pueda.
Desde hace varios días me encuentro en esa etapa de decir: que corra el aire y sembrar patatas o de dejar que las cosas vayan como hasta ahora. El asunto es que cada día va ganando más terreno mi primera opción. Y es que si quieres que te diga la verdad me estoy aburriendo un poco, por no decir mucho de siempre lo mismo, de aquello de esperar sin querer que lo esperen, de querer sin querer que lo quieran (o bueno al menos cuando tú vamos a decir, así lo quieres), de soñar sin estar dormido y de paso tener pesadillas.
Con lo que creo que haré un estudio de lo bueno y lo malo y lo pondré en una balanza y lo que pese más, pues eso será y después?
Después sólo nos quedaran los recuerdos de aquellos que vivimos y añoraremos lo que pudimos haber vivido.
nota mental: a pensar me voy!
jueves, 24 de octubre de 2013
Tomando al toro por los cuernos
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