Y en lugar de preguntar tanto, porque no me cuentas
porque no me cuentas el motivo del cambio
porque no me cuentas porque aún no sabes si se anulara
porque no me cuentas si vienes, porque no podremos hacer el amor
porque en lugar de hacerme preguntas sobre suposiciones no me cuentas las cosas
porque no me cuentas el motivo del cambio
porque no me cuentas porque aún no sabes si se anulara
porque no me cuentas si vienes, porque no podremos hacer el amor
porque en lugar de hacerme preguntas sobre suposiciones no me cuentas las cosas
Pd: publicado con el permiso del autor. A qué te ha gustado esto último?
Es que contar es mucho mas dificil que preguntar....así se desvia la situción no??
ResponderEliminarA que si Palmoba a que es más fácil,pero es queeeeeeeeeeeeee....
ResponderEliminarun besito
Soy de preguntar, lo siento.
ResponderEliminarSaludos interrogantes.
Pamplinas.
ResponderEliminarYo creo que todo, TODO, se puede decir. Y, en ocasiones, hasta se DEBE decir.
Tan sólo hacen falta dos cosas:
1.- Tener claro qué sientes.
2.- Saber cómo decir las cosas.
Y yo a veces hasta agradecería que no se ampararan en lo primero para pasar de lo segundo. Quiero decir que es fácil. ¿Qué te pasa? ¿Que tienes dudas? ¿Que no sabes qué sientes?. Pues dímelo. NO PASA NADA. ¿Quién no se ha sentido así alguna vez? ¿O es que todo el mundo lo tiene todo super claro todos los días de su vida?. No sé... yo prefiero un "no sé si te quiero" o un "no te quiero" aunque duela, antes que vivir toda una vida preguntándome por qué se fue, por qué nunca dijo nada. Porque tú podrás poner todos los motivos que se te pasen por la cabeza. Pero la verdad, sólo la sabrá él y lo tuyo siempre serán suposiciones. Que, como toda suposición, puede no ser lo correcto.
En serio que no sé por qué a la gente le cuesta tanto hablar... Y más con estas cosas... Leí por ahí una frase que decía algo así como que el lenguaje de la verdad es breve y sin artificios o algo así. Y creo que lleva más razón que un santo. No hay que complicarse la vida, basta con ser claro. Contigo mismo y con la otra persona.
Lo mínimo que todos nos merecemos es que sean sinceros con nosotros, creo yo. Y eso es algo que debemos valorar aunque nos hagan daño en el momento. Porque en el fondo y en el peor de los casos, aunque esa puerta se cierre para los restos, te acaban de dar la llave para cerrarla. Ya tienes algo a lo que aferrarte y con lo que saber responderte, cuando un día te vuelva a la memoria y te preguntes ¿por qué?. Porque tal o porque cual. Y a otra cosa mariposa. No vale la pena pararse a cuestionarse nada más. El motivo, te gustara más o menos, te lo dio.
En cambio... de la otra forma... te dejan ahí como "colgada" de algo. Ni sí ni no, ni todo lo contrario. Es como una puerta abierta por la que, de cuando en cuando, sigue entrando corriente. Una herida que no cicatriza. Algo que queda pendiente; inacabado.
Y creo que es algo de lo que todos tenemos un poco de culpa. A veces por cobardía. Otras porque lo normal es que a todos nos cueste encajar una derrota. Y es eso precisamente lo que hace que a los demás les de esa especie de "miedo" a hablar. Miedo a hacer daño, o miedo a una reacción. Pero a la larga... y pensando con la cabeza... yo creo que hablar, decirnos las cosas claras y sin miedo, merece mucho más la pena. Para bien y para mal.
Un beso, Yo.
Siento haberme enrollado, pero bueno... ya te dije que todo esto me tocaba de cerca...
Me has dao hasta una idea a debatir en mi blog. Igual lo desarrollo algo más a ver qué piensa la gente :D