Disculpa por esperar siempre más de ti,por necesitar de tus consejos,por esperar que aparezcas un día y me digas:
Nena, ya he vuelto...
Un lugar donde contar historias (verdaderas o inciertas.Ustedes deciden)
Desde julio me he dado cuenta que aquello que dicen que existen fantasmas es verdad, que hay gente que aparece en tu vida, te enamora, te di...
No pidas perdón por tener esperanza!
ResponderEliminarSaludos.
Jauroles,quizás también deba pedir perdón por eso, por tener esperanzas.
ResponderEliminarun saludoooooooo y gracias por pasarte
Yo, te animo a visitar el blog de Malena:
ResponderEliminarhttp://kamariaaamori.blogspot.com/2010/02/libra-con-ascendente-cancer.html
Compañera blogera a la que dedico mi entrada de hoy.
Saludos.
Ahora mismo voy, ya te diré que me pareció.ç
ResponderEliminarun saludo
QWuerida YO, cuando uno llega a pensar que debe pedir perdon por todo, hasta por tener esperanza, esta llegando al limite, no siempre es conveniente quedarse a poco de ese limite, a veces , hay que tocar fondo para poder empezar a renacer.
ResponderEliminarUn saludo esperanzado para que renazcas muy pronto, o que se te sea devuelta la vida por esa persona que esperas.
Voy a pedir perdón por no dar más de mí, no dar suficientes consejos y no llegar y decir que he vuelto, pero al revés no tiene sentido.
ResponderEliminarPide perdón cuando puedas sentir arrepentimiento de algo, no tienes que arrepentirte de necesitar compañía.
Saludos acompañados.
Tiene gracia, a veces yo también he llegado a sentirme "culpable" por cosas así. Pero no te engañes. Ni te avergüences ni mucho menos te arrepientas de SENTIR y de AMAR. Eso es hermoso y noble por tu parte. Vergüenza y culpabilidad por no ser capaces de poder sentir lo mismo por alguien que nos quiere de esa manera. Cuando no podemos corresponderle de la misma forma...
ResponderEliminarA todos gracias por pasar, voy un poco líada por lo del libro, creo que no llegaré a tiempo.
ResponderEliminarun bsito a todos!
Realmente merece que lo esperes?
ResponderEliminarCon cariño te digo: abre tus alas y vive