Con el corazón en un puño así llevo varios días sintiéndome, con rabia contenida y una sonrisa en los labios para disimular lo que realmente siento por ver llorar a lo que más quiero. Con ganas de soltar de una vez por toda lo que no me hace sonreír como sonreía hasta ahora.
Y es que a veces el destino nos juega una mala pasada y hace que dudes si la decisión que tomastes meses atrás ha sido la correcta.
Pero entonces te preguntas: y si no lo hubiera hecho? Y si no me hubiera arriesgado? Es acaso lo que tenía que hacer o me precipité? Pero también piensas: el que no arriesga ni gana ni pierde, aunque mi opinión es que hemos perdido los tres! Pero ellos más, por no saber valorar lo que han perdido y van a perder!