
Se han vuelto a encontrar, han vuelto a quedar y nuevamente la cosa ha ido como se esperaba que fuera,como deseaban que fuera.
Nada más entrar él la recibió con un beso que dio paso a muchos más, no podían parar de besarse, de pegar sus cuerpos, de decirse lo mucho que se habían extrañado y necesitado. Él no podía dejar de tocarla, de besarla, no podía separarse de ella y ahí seguían en el recibidor de su casa sin poder dar un paso más, pues sabían que al hacerlo se separarían sus cuerpos.
Al final decidieron ir a l comedor, pero no dejaban de pensar en lo mucho que se necesitaban. Él le ofreció algo de tomar y ella dijo que sí. El la llevó en sus brazos a la cocina pues no quería que se escapara, no quería perder un minuto alejada de ella. Nuevamente sus labios se encontraron y sus cuerpos volvieron a juntarse, una cosa llevó a otra y al final en el escenario de la cocina dieron rienda suelta a su deseo, a sus ganas de amarse, a su necesidad de ser nuevamente uno solo.
Cada vez que están juntos no pueden dejar de amarse, de entregarse uno al otro, de querer sentirse y decirse palabras al oído...
Él le ha dicho que ahora la cocina le parece un lugar diferente, que cuando entra a prepararse algo vuelve a recordar todo lo vivido y sentido...
Quién sabe a lo mejor ahora le agarra más gusto a eso de cocinar!