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martes, 2 de agosto de 2016

Triste y de mala uva

A veces me pregunto, si es la soledad que me lleva a esta parte oscura de mi vida, si mi necesidad de comunicación y de ser tomada en cuenta es la que hace que me crea los pajaritos preñados que las personas me cuentan.

Siento que tengo que ser responsable de la felicidad de todos, de las satisfacciones de todo el que me rodea, que si reclamo algo que me pertenece y que la gente se hace la tonta para no devolverlo, al reclamarlo me convierto en mala persona.

Me entristece ver como ciertas personas hacen creer a la gente que son buenos hijos, buenos padres, buenos hermanos cuando es solo de cara a la galería de turno, ya sea Facebook, Instagram o cualquier pendejada de esas. 

Me duele ver como exponen al público todas esas maravillas de las que pueden disfrutar, mientras que por otro lado saben que su familia lo puede estar pasando fatal, que mientras ellos comen pulpo a sus familia le  llevan cambur o yuca, que mientras llevan a su nueva familia a comer a restaurantes caros mientras que a su madre la ocultan en un baúl, pero luego suben al Facebook estupideces para conseguir me gustan.


Hoy estoy entre triste y de mala uva, entre con ganas de llorar o dar unos cuantos sopapos, y para colmo tengo que seguir aguantando al pulpo.



 Por Dios! que ganas de salir corriendo.


nota mental: fantasmeo puro y duro