Usamos cookies propias y de terceros que entre otras cosas recogen datos sobre sus hábitos de navegación para mostrarle publicidad personalizada y realizar análisis de uso de nuestro sitio.
Si continúa navegando consideramos que acepta su uso. OK Más información | Y más
Usamos cookies propias y de terceros que entre otras cosas recogen datos sobre sus hábitos de navegación para mostrarle publicidad personalizada y realizar análisis de uso de nuestro sitio.
Si continúa navegando consideramos que acepta su uso. OK Más información | Y más

viernes, 20 de noviembre de 2009

Cuando tus labios al fin decidieron besarme, pero ya me sabe a poco


Ya han pasado varios días y cada vez que podemos nos vemos, aprovechamos cualquier excusa para coincidir en la fuente de agua, a la hora de entrada o la de salida, pero en especial a la hora del café. Y mira que yo no tomo sino un café al día, eso es lo menos importante, lo importante es poder compartir contigo esos momentos.

A veces no podemos quedar, pues tú tienes cosas que hacer y cuando eso pasa me siento sola, como si algo me faltara, como si necesitara mi racción diaria de besos, caricias y excitación. Además ya me sabe a poco todo esto, necesito más, necesito descubrir lo que sentiré cuando al final pueda estar a solas contigo, lo que sentiré cuando al final pueda expresar lo que me haces sentir sin temor a que nadie nos pueda ver o escuchar.

Tú y yo lo necesitamos, pero antes de que eso pase, tú me pides que hagámos algo para estar seguro de que todo irá bien, que no tendremos sorpresas desagradables, y aunque reconozco que dar tal paso me da un poco de miedo pienso que es algo sensato e inteligente

Los días que quedamos en "nuestro café" el tiempo pasa demasiado rápido, que fastidio!, cuando el reloj tiene que ir lento, parece que se empeñara en correr de una forma desmesurada. Pero aprovechamos cada minuto, no dejo de mirarte y de escuchar todo lo que me cuentas y dices, quiero saber todo de tí, quiero que el sonido de tu voz se quede grabada en mi memoria, quiero que cada caricia, cada beso que me das no se borre de mi pensamiento. Lo malo llega cuando nos tenemos que separar, es tan difícil hacerlo, como si pensarámos que al separarnos perdierámos el tiempo cada uno por su lado. Lo peor? poder concentrarme en lo que tengo que hacer, pues mi mente no hace otra que recordarte una y otra vez, una y otra vez...

La otra persona que considera que eres guapo, sigue queriendo acercase a tí, me gustaría decirle: cariño no insistas que él solo tiene ojos para mí, pero la dejo, sé que no es rival para mí,aunque reconozco que cuando veo que se acerca a él me gustaría usar esa varita mágica que tanto pido y que no llega y desaparecerla con un solo toque.

Hoy la susodicha, le ha dicho para tomar café con él, él le ha dicho que no sabe, que ya le dirá algo. Y me digo a mi misma, esta no va a tomar café con mi niño, aunque tenga que usar todas mis armas, jaja. Y mira por donde mis armas las llevaba encima,pues esa mañana al salir de casa me había vestido con mis mejores galas por fuera y por dentro: vestido, medias de rejillas y liguero a juego.

Así que sin dudarlo me acerco a él y le digo muy bajo: "si tomas café conmigo, te enseño un regalo que tengo para tí". Me preguntas: dónde lo tienes? Y no te digo nada sólo señalo mi vestido. Me miras con esa mirada de deseo en tus ojos y me dices: "quedamos para el café".





continuará...

5 comentarios:

  1. ummm qué erótico.Se nota que empieza el finde...jejejejejej

    ResponderEliminar
  2. mucho erotismo a estas horas no?..ya estamos avueltas con el liguero a mi Dita Von Teess me regalo uno,,no será el mismo verdad?
    Entonces que tomamos café? y nos enseñamos los ligueros? te atreves?.....mmmmmmmmmmmmm misterio jajajaja
    besos

    ResponderEliminar
  3. Enrique pregunto. em mío es rojo y el que te regalaron a ti, de que color és?
    Café no tomo, sólo es una excusa, jajaaaaaaaaaaaaaaaa. Y quien te dijo que yo era de la historia, ah! ah! ah!!!!!
    POr cierto te ha gustado?

    besos chico del liguero

    ResponderEliminar
  4. El café no era solo, tal vez con un poquito de coñac por eso de subir la temperatura.
    Un beso (virtual, rojo pasión, por supuesto)

    ResponderEliminar